Marketing Deportivo: más allá del campo de juego

Marketing Deportivo: más allá del campo de juego

Marketing Deportivo: más allá del campo de juego

Por Sylvia Meneses Echeverría, Máster en Gestión y Marketing Deportivo, Periodista Deportiva y Abogada.

 

Para comenzar a hablar de Marketing Deportivo, debemos empezar por entenderlo y estudiarlo. Se podrá opinar siempre, pero con eso no alcanzará para ser exitoso en una industria que genera alrededor de 700.000 millones de euros anuales y que sin lugar a dudas se encuentra entre las diez industrias más poderosas del mundo. 

Para saber hay que estudiar. Sencillo. Claro. Se puede opinar siempre, pero quien será exitoso, será quien aplique de manera profesional los conocimientos que ha adquirido de manera académica y tenga la experiencia necesaria para haber comprobado la funcionalidad de tal formación y generar su propia estructura mental de aquello que funciona en el campo de juego. O mejor dicho, el trabajo fuera de él. De la línea de campo hacia fuera. 

-Guillermo Ricaldoni

Aceptar que el deporte es también un negocio, no se contrapone con los valores fundamentales del mismo ni con el deporte como manifestación social destinada a la práctica de actividades recreativas. La práctica deportiva ha sido, es y siempre será una herramienta capaz de provocar verdaderos cambios en una sociedad. El negocio del deporte necesita de gestores deportivos profesionales que sean capaces de administrar todos los bienes, productos y servicios relacionados a la industria deportiva.  

El Marketing Deportivo es el conjunto de actividades enfocadas a conocer y satisfacer las necesidades de las personas interesadas en el consumo del deporte, a través de la creación e intercambio de deseos y satisfactores, entre organismos y personas, de manera voluntaria y competitiva. 

Ya en el 2007 la Comisión Europea expresaba lo siguiente: “El deporte es un sector dinámico que crece con rapidez, tiene un impacto macroeconómico infravalorado y puede contribuir a los objetivos de crecimiento y generación de empleo. Puede servir, además, como herramienta para el desarrollo local y regional, la regeneración urbana o el desarrollo rural. El deporte tiene sinergias con la actividad turística y por tanto puede estimular la mejor de las infraestructuras y el establecimiento de nuevas fuentes para financiar las instalaciones deportivas y de ocio.” Al día de hoy todos hemos sido testigos como las cifras del deporte no paran de crecer y suponen el uno por ciento del PIB (producto interno bruto) mundial. 

Con todos estos antecedentes y siendo nosotros parte del ecosistema deportivo, es momento de convencerse de que el deporte debe ser manejado por profesionales, así como también debemos romper el paradigma de que la empresa pública y la empresa privada no pueden trabajar de la mano, cuando la realidad es que sí se puede y hacia allá debemos apuntar, con el firme objetivo de potencializar a la industria deportiva ecuatoriana y profesionalizar la pasión deportiva a través de la gestión.  

 

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